MIRADOR PEÑA SAN MIGUEL

ENTRE LEYENDA Y VÉRTIGO

NATURALEZA SALVAJE EN CADA PASO

MIRADORES QUE CORTAN LA RESPIRACIÓN

PEÑA DE SAN MIGUEL Y PEÑA AMÁN ( SALTO DE ROLDÁN)

Esta breve pero intensa ruta de apenas 3 km nos lleva a descubrir uno de los rincones más espectaculares del entorno de la Sierra de Guara. Partiendo desde el parking habilitado, ascendemos a la Peña de San Miguel a través de una sencilla vía ferrata equipada con peldaños y cables, accesible para personas con buena forma física y sin vértigo. En la cima, nos esperan las ruinas del antiguo castillo medieval y vistas impresionantes. Tras el descenso, la ruta continúa hacia un mirador natural desde el que se contempla la Peña de San Miguel y la imponente Peña Amán.

Mapa ruta a la peña de San Miguel, salto de Roldán

La ruta hacia la Peña de San Miguel es una de las más singulares y emocionantes del entorno de la Sierra de Guara, ideal para quienes buscan aventura, paisajes y una pizca de historia y leyenda. El punto de inicio se encuentra en un pequeño parking habilitado antes de llegar al mirador, desde donde comienza un sendero bien señalizado que en apenas 1,5 km nos conduce hasta la vía ferrata equipada que permite alcanzar la cima de la peña de forma segura.

La subida, aunque corta, requiere cierta agilidad y no es apta para quienes sufren de vértigo. Una vez arriba, el visitante es recompensado con una panorámica espectacular del valle del río Flumen y las montañas que lo rodean. En la cumbre se conservan los restos del castillo de San Miguel, una fortificación del siglo X construida por los cristianos como defensa frente a los ataques musulmanes. Su ubicación estratégica lo convierte en un punto de observación privilegiado.

Después del descenso por la misma vía ferrata, la ruta continúa hacia el mirador del Salto del Roldán, desde donde se aprecian perfectamente las dos peñas gemelas: San Miguel y Amán. Según la leyenda, Roldán, el mítico caballero de Carlomagno, perseguido por las tropas sarracenas, logró escapar saltando de una peña a otra con su caballo. En el impulso, el caballo se partió en dos, dando nombre a las dos moles rocosas.

Este recorrido, de unos 3 km en total, combina deporte, historia, paisajes únicos y una de las leyendas más evocadoras del Pirineo aragonés. Una experiencia breve pero intensa que deja una huella inolvidable tanto para los amantes del senderismo como para quienes disfrutan con las historias que habitan las montañas.

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COMO LLEGAR

El acceso al parking de inicio de la ruta se realiza desde las cercanías de la localidad de Sabayés. Para llegar, hay que tomar una carretera muy estrecha y con tramos en mal estado, por lo que se recomienda conducir con precaución y a baja velocidad especialmente en el último kilómetro en el que el firme está en bastante mal estado. El trayecto ofrece bonitas vistas del entorno, pero es importante extremar la atención, especialmente si se cruza con otros vehículos. El parking está señalizado y se encuentra justo antes de llegar al mirador del Salto del Roldán, punto clave de esta espectacular ruta.